El tráfico es un juego
Un videojuego de consola en el que perder duele…y mucho.
Hoy ha sido uno de esos días…en los que los coches que habitualmente intentan matarte parece que les dan un bonus si lo consiguen.
Siempre digo que el tráfico es como un videojuego, sólo que perder duele y mucho.
Tu misión es llegar al final de la pantalla desde la salida y vas atravesando fases. Esas fases separan tramos del trayecto que se diferencian por la velocidad que puedes coger, la densidad de semáforos, tráfico, tipo de vía, etc. Terminar cada fase es como pasarse el monstruo y el premio es tu integridad física 🙂
Por el camino vas superando obstáculos que atienden mayormente a tu bolsillo y/o a tu físico:
Pasas radares a la velocidad justa, te informas de los semáforos con radar y respetas los colores de todos con celo porque sabes lo que hay: esquivas a los taxistas y a los listos en general que salen antes de tiempo de esos semáforos y a los que apuran el ámbar hasta el rojo bien asentado.
Recorres kilómetros enteros por los arcenes, te haces la mitad de tu camino por la línea que dibuja el espacio entre coches jugándotela (y lo sabes) y exponiéndote a que tu enemigo salte de carril en carril por supuesto sin señalización previa; si avisaran anularían su arma principal: la sorpresa y el “no te he visto” su excusa favorita.
Si conduces como un coche, a velocidad de coche y señalizando como en autoescuela estás muerto, te lo aseguro, me he hinchado de intentarlo y siempre me he llevado sustos. Puedes hacerlo a ratos, pero el secreto está en ir más rápido que ellos, siempre por delante, para que te vean y quitarles la excusa y su arma.
Esquivas a la policía porque sabes que lejos de protegerte y llamar la atención de los borricos sin intermitentes lo que quiere está en tu cartera y buscará la manera de llegar hasta ella, así que en cuanto les ves te cambias al carril opuesto. La clave siempre es evitar los problemas y llegar al destino.
Sí, hoy es uno de esos días en que un anormal se ha cambiado de carril justo a mi paso y el corazón se me ha puesto a 200rpm por más que él se disculpara (por lo menos…), afortunadamente paró a tiempo.
La semana pasada y tras un monumental atasco en la M-30, justo antes de pasar ante un cadáver cubierto con la manta metálica clásica de accidentados y un policía gritara a mi paso “¡¡¿cuándo va a llegar ese puñetero juez?!!”, las motos nos filtrábamos como el agua entre piedras paradas desde hace minutos y un grupo de polis espabilados aprovechaban para multar a otras motos que superaban a los coches (totalmente parados) por el arcén. Aplausos. Al verlos de frente al fondo del arcén me lancé al otro lado de la carretera, “buitres” pensé, sacando lo que podáis de cualquier situación. En vez de canalizar y ayudar a disipar semejante pifostio de tráfico prefieren colaborar con él bloqueando más espacio útil y por supuesto sacando dinerito.
Es lo de siempre, seguro que hay policía que vela por el ciudadano, seguro que no son los agentes sino sus superiores los que les exigen un tributo mínimo mensual que hay que cumplir, afortunadamente me he encontrado unos cuantos policías buenos en la vida, pero lo que veo en el día a día me lleva más esquivarlos ante los problemas que a pedirles ayuda.
Si recuerdas aquella serie de los ochenta, ten presente siempre que salgas al tráfico eso de “tengan cuidado ahí fuera“. No hagas el borrico que siempre hay alguien peor y vela por ti porque nadie más lo hará.
En poblado, podremos realizar adelantamientos tanto por la derecha como por la izquierda y en caso de atasco, circular entre los coches, porque el margen de seguridad lo estipula la velocidad y condiciones de la vía. Con los coches parados y tu en moto circulando muy despacio, la distancia lateral puede ser muy pequeña. Eso si, una vez rodando todos por la vía, el adelantar a dos coches que circulan en paralelo por el medio, apretando los codos, tampoco está permitido, pues ahí, dependerá de la interpretación del agente de la autoridad si la distancia era suficiente. Y seguro que aunque nosotros íbamos sobrados, el municipal nos crujirá.
¿Te interesa el tema del “Comportamiento de las motos frente a los atascos“? aquí tienes más info.
La verdad es que da gusto cuando te encuentras con conductores que procuran facilitarnos el paso, aun a sabiendas de que no tendrían porqué. Levantar la mano para dar las gracias no está de más si las condiciones le permiten.
No hay que olvidarse de que hay que ser respetuosos con el resto de usuarios, aun cuando estén lejos de empatizar con los que vamos sobre dos ruedas.
Cuidadito ahí fuera!