Tu colega de aventuras

Qué poco valoramos a nuestro grupete de la moto y cuánto se echa de menos cuando no lo tenemos.

Me imagino que ya habrás visto o estarás viendo la serie de vídeos de Embarrados del camino a Dakar, ¿no? Allí se juntaron Embarrados y Desorientados, haciendo de padrinos los segundos de los primeros y llevándoles en volandas desde el magreb a Senegal pasando por el Sáhara Occidental y Mauritania. No me entiendas mal, los kilómetros los recorrieron todos, pero la asesoría de mecánica, cocina, transporte y demás vale oro en ese terreno.

Después de mi hostia por aquellas tierras la verdad es que estoy deseando volver y recuerdo mucho aquellas palabras de “no somos amigos, cada uno hace su viaje“.

Qué difícil es encontrar gente para salir en moto, ¿que no?

Las redes sociales, que tan buenas son para unas cosas, han logrado hacernos tan cómodos que nos han llevado al aislamiento y la alienación. Muchos hay que ya no se sienten implicados en lo que antes era su grupo. Ya no necesitamos preguntar al cuñao o a ese amiguete que sabe de fontanería para arreglar el grifo, lo busco en Gúguel. Ya no voy a El Corte Inglés a preguntar por un móvil o un ordenador, busco opiniones en Amazon, por ejemplo. Ya no necesito juntarme con veteranos del offroad, busco en YouTube técnicas para ir en moto de campo.

Una imagen fresquita que nos envió Milo en “Escala del estado de caminos

Ale, pues buena suerte buscando amigos. Ya te dí el coñazo con las bondades de lo que significaba a este respecto el Foro Trail Madrid. Ahí sí la red social en forma de foro te facilitaba el contacto con gente con tu misma afición, ahora hay foros de marcas y el bendito motostrail, que al ser a nivel nacional cumple otras funciones.

Tenemos también apps como Rockr y otras que forman grupos y clubs y posts pero con muy poco contacto personal. Creas una ruta, citas y ale, sin más comunicación, aunque bueno, imagino de ahí también saldran amiguetes, todo es animarse e intentarlo, a una mala pierdes una mañana.

Comportamiento modelo

Tengo anécdotas de gente que se ha embarcado en viajes largos con un amigo digital al que apenas conocen y que al tercer día del proyecto de un mes se han separado por incompatibilidad de caracteres. Claro, uno va con toda la buena intención, tratando de ser amable, abierto y positivo. Sin ser demasiado uno mismo, ya sabes, sin entrar en polémicas políticas ni temas susceptibles de ser polarizados. Hay que parecerse a un Sim, como la chica que te gusta y que no conoces, como la estrella de cine, mostrar sólo lo mejor de uno mismo. Pero si alguien llega sin esa estrategia y empieza a comportarse de tal manera que pueda molestar al otro, con el tiempo puede llegar a agotar la paciencia del primero.

Esta foto es de Ignacio, de hace un par de años

Si uno de los dos, con el tiempo, empieza a mostrar carácter que pueda hacer divergir las personalidades y el buen rollismo, pueden pasar dos cosas, o que el otro piense parecido, le haga gracia y empiece a surgir la amistad o que no le guste.

Es una apuesta, si sale bien puede ser el principio del amiguete compañero de andanzas que andabas buscando. Si al otro no le gusta ese comentario puede obviarse y seguir o, si se repite puede acabar en caras largas, incomodidad y separación (sí, vidaenmoto es ahora vidaenpareja).

Esa apuesta es la base de las relaciones interpersonales. Cuando conoces a un grupo de gente siempre hay algún listillo, alguien más callado, más atento, más discreto, etc. y la gente afín se acaba juntando porque se está más a gusto con un gilipollas cuando uno se reconoce como tal. Esas reuniones facilitan mucho el filtro de amistades porque cuando sólo sois dos toca aguantar sí o sí, en cambio si hay varios cuando te cansas de uno te acercas al otro y p´alante. Ya si te cansas de todos igual el problema eres tú 🙂

Un piloto levantando una cadena mientras otro pasa con su moto por debajo
A ver cómo levantas cadena y moto si no es con un colega al lado. Teruel 2021.

Viajes contratados

Efectivamente es otra opción muy válida para encontrar gente con gustos afines. Despreocupados y sin compromisos, tú vas a disfrutar de la ruta y se encuentras gente maja pues de puta madre, ya quedaremos.

Hoy por hoy tenemos ese tipo de actividades por castigo. Desde la Madness han ido creciendo como setas y ya los hay hasta especializados para distintos perfiles, de más o menos pasta principalmente. Como aquel que decía “mi bolsa de herramientas es de plástico y la llevo en la cartera”. Para gustos los colores, lo importante es estar en la misma onda.

El otro día descubrí una de las cientos de empresas que se dedican a llevarte de paseo por el desierto, pero lo distinto de esta es que trata de simular el rally Dakar de los ´80: Sandraiders te lleva el equipaje, te prepara las jaimas, tiene mecánicos, etc. y sólo permiten motos clásicas, hasta el año 2000. La idea me gustó, no es barato pero tampoco es caro dado que te llevan la moto y está todo incluido, aunque de momento te dejo un par de presentadores británicos cuchicheando y babeando las motos en el parking. Puro espíritu Dakar: TTR´s, Ténérés, Dominators, etc.

En fin, que aquí entre África y Europa estamos durmiendo a treinta y tantos grados y no se puede salir en moto por el campo por prohibiciones, incendios y temperaturas, pero si estás en el invierno americano abrígate y danos envidia con alguna fotillo 🙂

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