Cómo levantar la moto sin caballete externo

De cómo levantar la moto para cambiar una rueda, un disco, la cubierta, la llanta, etc. Como siempre con los mínimos medios: la calle o garaje comunitario y el gato del coche. Me lié la manta a la cabeza, llené la mochila de herramientas y ale ¡a la tarea!



Ya sabes, lo típico, sales con prisa: llave, contacto, braga, casco, guantes, primera, acelerón y ¡¡PÚM!! el maldito antirrobo estaba puesto!!
A más de uno le ha ocasionado caídas, desde vuelos a “dejadas de moto” a cámara lenta en el suelo. Y yo siempre pensaba, “cómo puede la gente afear tanto su moto con esos cables retorcidos fluorescentes de la rueda al manillar, ¡¡merecen la horca!!” pues ya sabes por qué. La alternativa es buena memoria u hostión al disco.
Tras optar unas cuantas veces por la segunda alternativa, mi disco se resentía sobre todo en las frenadas fuertes. En uso normal por ciudad no hay problema, pero a velocidades un poco más altas, tampoco demasiado, vibraba todo como una Harley y eso puede resultar bastante peligroso en según qué circunstancias, por no hablar de lo incómodo que es todas ellas.
Después de un tiempo así, el amiguete Fran me prestó un disco que le había sobrado tras un cambio a su CBR. El único problemilla es que era un izquierdo y el mío afectado el derecho: nimiedades.
Así que tras un tiempo de reflexión y documentación me puse a la tarea y empecé a meter cosas en la mochila:

– Gato de coche.
– Taco / tabla de madera / caja de cartón.
– Juego de llaves Allen.
– Juego de llaves de vaso.
– Destornillador común (pala/estrella) por si acaso (palancas, ajustes, tornillos del carenado).
– Llave dinamométrica (o una del tamaño adecuado y buen ojo).
– Guantes de taller/ látex / vinilo.

1- Libera las pinzas de freno de ambos lados de la rueda. Esta tarea es mejor hacerla la primera, no como yo que la olvidé y se me quedó para el final, con la rueda ya suelta; que tampoco pasa nada, pero mejor al principio.

2- Aflojas los tornillos pareados que hay en el frontal de cada botella de la horquilla. Están duros y así los dejarás al final, pero de momento sólo aflójalos, no hace falta llegar al final ni sacarlos.

Tornillo derecha de horquilla de CBR

3- Levantamos la moto. Situada sobre su propio caballete (sin él y sólo con la pata de cabra podría hacerse, pero recomiendo tener compañía por si acaso, estará bastante inestable), metemos bajo los colectores nuestro gato plegado. Hay que meter un taco de madera entre el gato y la moto para evitar posibles daños en la misma, tanto en los tubos como en el carenado. A falta de taco yo utilicé una caja de cartón plegada hasta donde tus fuerzas te lo permitan. Se convertirá en una superficie dura pero flexible y a mi juicio óptima, ya que supone un contacto bastante suave para la moto y el mío ni siquiera se perforó durante el uso.
Metes el taco o el cartón sobre el gato, éste bajo la moto y lo haces funcionar. Levantas despacio y vigilas que la moto se esté levantando verticalmente, ojo que no esté inclinada o que el gato esté ladeado y te eche la moto encima.
Vigila que esté estable y continúa con tu labor.

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Es bueno aflojar o quitar el/los tornillos de en medio del carenado (quilla) para que no rompan nada con la presión. El mío saltó él solito.

Tornillos de la quilla del carenado de CBR

4- Afloja el tornillaco gordo cuya cabeza está a la izquierda (en la foto ya está quitado) mirando frontalmente la moto. Ese tornillo se une con el tubo que atraviesa transversalmente la rueda. Aflojas tornillo y lo sacas. Por la derecha sacas el tubo ayudándote empujando el tornillo por el otro lado (o con un martillo de cabeza blanda). Te ayudará levantar un poco la rueda para que no caiga todo su peso sobre ese tubo.

Tornillo izquierda de horquilla de CBR

Una vez sin tornillo ni tubo la rueda sale sola.

Hasta aquí la tarea de sacar la rueda. En mi caso, cambié el disco:

Rueda suelta y cambio de disco

Los tornillos están bien duros, la grasa y la porquería los mantenían bien bloqueados.
Ojo, al volver a apretarlos, ve haciéndolo suavemente uno por uno y hacer fuerza al final. Repásalos una vez más, anda.

Trabajo inverso: Mete la rueda en su sitio, introduce el tubo, ajusta el tornillaco, apriétalo bien (va tu vida en ello) o hazlo con una dinamométrica como un señor. Aprieta los tornillos pareados, baja la moto y vuelve a colocar las pinzas de freno.

Miel sobre hojuelas, tu moto está lista!
Ojo, ten cuidado de hacer las cosas bien y si no estás seguro con el resultado final llévasela a tu mecánico habitual, que la broma te puede costar muy cara.

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