Balcanes: Montenegro y Croacia
Espectacular zona, un must que debes cumplir antes de morir. En moto por los Balcanes tienes donde elegir: Croacia más turístico, Bosnia más aventurero y auténtico, Eslovenia más europeo y Montenegro todo un descubrimiento. Vente con nosotros a disfrutar de la experiencia y descubre este fantástico y muy cercano lugar del mundo.
Cómo ir
Todos preferimos viajar con nuestra moto, que para éso la llenamos de chuches y la preparamos y mimamos durante el año. Pero desde Madrid tenemos unos 2.100 kilómetros y 1.500 desde Barcelona según Google, ni te cuento si sales desde el sur o pegado a Portugal. Eso son cuatro días de moto y autopista, tres a 700km/día desde el centro y un mínimo de dos días de paliza completos desde Barcelona. Lo que se traduce a un total de entre 4 y 8 días sólo de trámite de ida y vuelta sin disfrute de tus vacaciones anuales para el común de los mortales. Pocos trabajos permiten faltar tanto tiempo como para que compense y muchas menos novias/mujeres se van a tragar una semana de aburrida autopista en moto sólo para empezar el disfrute de otros 2.500km desde el asiento de atrás que ya sabemos que no es lo mismo.
Lo que nos lleva a ir por nacionales multiplicando el tiempo pero disfrutando el camino o lo que yo hice: buscar algún lugar de alquiler de moto que no se comiera mi presupuesto. Busqué en Eslovenia y Croacia (Zagreb) pero nuestro baratísimo billete de avión (250€ ida y vuelta) nos dejaba al sur, en Dubrovnik, lo que nos impedía tener moto desde el inicio (además de que los precios eran altos). Finalmente encontré la empresa que contraté: RentAMoto.me, en Montenegro, pegadito al sur de Croacia, buenos precios y alcanzable en unas pocas horas de bus desde Dubrovnik, lo que nos permitía visitar la preciosa ciudad amurallada de Kotor, recoger la moto (que venía del sur, nos la trajeron desde Bar) y comenzar desde allí el viaje.
Ratko y Omar nos aconsejaron sobre la conducción: ojo en Montenegro y Bosnia, la gente pasa de las motos. En Croacia y Eslovenia las tienen mucho más en cuenta e incluso te dejan pasar al verte (algo que sólo he visto en Francia). A día de hoy y con 2.500km balcánicos en el cuerpo te diré que no tuve ningún problema con el tráfico. Me encontré algunos capullos como en todas partes, pero eh, vivo en Madrid, aquí intentan matarte casi a diario, nunca estás seguro pero soy cauto y he aprendido que hay que anticiparse a los demás, prueba superada!
La moto: Kawasaki KLR 650
Informé a Ratko, de RentAMoto.me del proyecto de viaje desde el principio y le dio todo el cariño que pudo a la moto: le instaló una entrada de 12v para el gps, móvil o lo que llevara, cúpula bien alta, dos maletas Kappa laterales a estrenar y un baúl grande en el que cabían dos cascos (también nuevos). Recién instalados neumáticos Pirelli Scorpion (que funcionaron perfectamente en seco y mojado sin sustos durante todo el viaje) y una moto cómoda en perfecto estado que si bien no es la más potente es famosísima y archiconocida en toda América por ser una tragakilómetros de la talla de las Honda Transalp o BMW F 650 GS. El tirón del monocilíndrico hacía que no echara de menos más caballos, respondía en adelantamientos llevando dos personas y tres maletas, sólo se notaban sus carencias en autopista, algo que afortunadamente tocamos muy muy poco.
Elegimos la Kawasaki KLR 650 a propósito, en RentAMoto.me ya tenían las nuevas BMW R 1200 GS e incluso la nueva Africa Twin entre otras golosinas.
Salimos de Kotor rodeando la bahía, un enorme lago de agua de mar entre montañas y casitas en sus faldas (no sé cómo no es más famoso, de verdad que se merece una visita). Partimos muy temprano ya que teníamos que alcanzar Croacia, entramos al país por una carretera secundaria de montaña y a través de un puesto fronterizo pequeñito que nos recomendaron los amiguetes Ratko y Omar y que, efectivamente, no utilizaba mucha gente, así ganábamos tiempo. Luego debíamos seguir hacia el norte todo por secundarias (además no había alternativa) pasando por Ston (cuna de todas las ostras consumidas en Croacia) y subir al ferry en Prapratno, que nos llevaría a un paraíso llamado Mjet, una isla con parque natural, con preciosos y enormes lagos de agua salada y transparente.
Allí relax, bicis, cenas y partimos de vuelta al continente. Éso sí, levantándonos a las 4 de la mañana porque el ferry sale a las 6 y hay tres cuartos de hora de moto rapidito hasta el puerto.
Aquí en las fotos a la ida en Prapratno. Nos encontramos dos motos, matrículas italiana y eslovena; ésta era de unos alemanes muy simpáticos pero que no hablaban inglés. Habían alquilado la moto en Eslovenia e iban a pasar toda una semana a Mjet:
Próximo capítulo:
En nuestro camino a la costa norte croata cruzamos dos puestos fronterizos en diez minutos (la curiosa Bosnia acordó una salida al mar, así que hay unos pocos kilómetros de suelo bosnio que dan al Adriático) y nos dirigimos hacia Split, preciosos parajes de camino, como este:
Y más adelante
La semana que viene te cuento, pero la cosa no tiene desperdicio, mientras preparamos el vídeo con lo que pude reunir tras sumergir una cámara sin la carcasa impermeable en el mar te contaré que el fantástico GPS Garmin Oregon 450 que compré para leer las mil horas de trabajo haciendo rutas, tracks y waypoints de repente dejó de funcionar y no ha vuelto a encenderse. Cosillas que pasan.
Así que te mostraré que recorrimos Bosnia Herzegovina a lo largo y el potencial natural de este destino tan poco conocido:
Hola!
Este paso secundario entre Montenegro y croàcia, podrías indicar cual es? Muchas gracias!
Hola Jordi!!
Buscando ahora en el mapa desde Google Maps veo que es la frontera entre Montenegro y Bosnia, no con Croacia.
Viniendo del sur, de la bahía, tomas un desvío hacia el norte y entras en las montañas, pero no es nada profundo, es abierto y fácil y apenas te dedicas. Lo bueno es que es poco popular y más rápido. El puesto es éste:
Granični prijelaz Sitnica
Put Herceg Novi – Trebinje, Podštirovnik, Montenegro
https://goo.gl/maps/s1n7faxeKAB2
Espero que te sea útil, un saludo!!
Rodrigo AJ