Tráfico ordenado en Vietnam
Siempre que oímos hablar del tráfico asiático nos imaginamos el típico cruce absolutamente colapsado de pequeñas scooter y bicicletas moviéndose como una cadena de fabricación, despacio y con una cadencia perfecta, como estudiada.
Ese enorme y aparente caos, seguramente nació siéndolo por una falta de normas explícitas, pero de cerca se parece más a un baile acompasado por el ritmo común de todos los viajeros que forman “el tráfico”. La contemplación de un cruce poblado puede llevarte un buen rato, es un disfrute comprobar que todo ese mogollón desordenado de gente que se cruza con otro montón de vehículos no termina en una explosión enorme como de dibujos animados.
Y todo contando con que en Vietnam:
- No hay semáforos salvo en las calles más grandes con distintos sentidos, y aún así no todos los respetan.
- Los pasos de cebra están totalmente de adorno sin excepciones, si los quitaran nadie lo notaría.
- La prioridad la tiene siempre el vehículo más grande, empezando por camiones y autobuses y terminando en el peatón, el último eslabón.
- Por último el claxon, que en Vietnam no se usa para advertir en caso de peligro ni para protestar por alguna maniobra mal hecha. El claxon se usa simplemente para avisar de que “voy por aquí”. Sencillamente hay alguien en esa vía y si otro se incorpora a la mía (independientemente de si la mía o la suya es grande o pequeña, autopista o camino de tierra), ha de saberlo, porque él no va a mirar ni a frenar en la incorporación, sencillamente seguirá su camino. Si oye un pitido sí, mirará e incluso frenará; esta acción la cumplirá igual un ciclista, un scooter o un camión, lo que hace que haya muchos más accidentes fuera de ciudad que dentro, de hecho dentro no suele haber accidentes.
Esta habitual falta de percances entre vehículos en el centro urbano se debe a que todo el mundo acaba encontrando su hueco, el truco: la anticipación.
Cuando el vehículo de delante frena (se encienden las luces de freno), el de detrás frena pero no mucho, no tanto como frenamos en occidente, ¿por qué? porque se anticipa a que justo antes de llegar a un posible contacto con el vehículo precedente (accidente), el mismo ya habrá comenzado a acelerar de nuevo siguiendo su camino. Esta práctica encadenada entre varios vehículos en la misma fila conseguirá hacer que ese frenazo del principio se disipe y acabe extinto al final de la misma.
Esto no lo hacemos nosotros porque normalmente el coche precedente no avanzará tan deprisa y nos lo comeremos, provocaremos el accidente y se montará un embotellamiento enorme. Además se frena muy suavemente y en pocas ocasiones, ya que las motos casi siempre encuentran un hueco por el que colarse y así no parar.
Esta costumbre de frenar suave y poco hace que el flujo del tráfico apenas se interrumpa y no cause atascos. Lo mismo con el viandante. Al cruzar la calle debe mantener un ritmo constante, sin parar ni correr. De este modo, los vehículos pueden anticiparse y saber siempre dónde estará el obstáculo en los próximos segundos. Cruzar corriendo o cambiando el ritmo de marcha puede provocar un accidente al obligar a frenar o detenerse al resto del tráfico.
El resto lo hace la velocidad: en ciudad es mínima, menos de 40 por hora siempre; se para en cualquier sitio, se gira sin intermitentes porque previamente se ha colocado en el lugar correcto para el cambio de trayectoria sin sorprender a nadie, etc.
En carretera no más de 70 km/h y de verdad se cumple. El asfalto no es malo y el trazado está bien, pero todo el mundo va despacio. Eso sí, más rápido que en ciudad, con lo cual hay menos tiempo de anticipación y reacción, lo que unido a que las máquinas que ruedan por allí (coches, motos y camiones) son bastante antiguas salvo contadas excepciones, lo que hace que haya un mayor número de accidentes en este entorno.
Y es que utilizan la moto para absolutamente TODO: paseo, desplazamiento, llevar a la familia (hasta cinco personas en la misma scooter he visto), recoger al crío, trasportar personas (desde turistas hasta amiguetes), transportar mercancías (míticas imágenes) desde metales y maderas hasta animales vivos y un larguísimo etcétera.
Esta costumbre de no andar si puedes coger la moto hace que las grandes ciudades tengan un problema serio con la densidad del tráfico. Y no les culpo, las aceras son mayormente intransitables, están ocupadas por motos aparcadas, por la mercancía de los comercios o por agujeros, postes y demás problemas que hacen que para el peatón sea mucho mejor invadir la calzada que ir continuamente sorteando obstáculos.
A pesar de haberse criado encima de una moto y de saber de sobra entenderse entre el tráfico ellos mismos aseguran tener miedo al conducir. Y es que las cifras dan mucho miedo. Cuatro cifras de Wikipedia:
- En Vietnam hay 37 millones de motos y unos 2 millones de coches…
- …y 90 millones de personas.
- Hay una densidad de 272 habitantes por km2 (en España 93,39 hab./km²).
- En promedio, mueren 26 personas al día en accidentes de tráfico. 4 menos que dos años atrás.
Los vietnamitas entienden que las motos son una necesidad casi primaria y como tal es muy fácil acceder a ellas alquilándolas en cualquier lugar de la geografía del país. Desde aquí no recomiendo alquilarlas en las grandes ciudades, Hanoi y Ho Chi Minh (Saigón). Son muy baratas, unos 4 dólares al día o menos, pero su estado tampoco es el mejor, conviene probarlas un poco antes de alejarse, principalmente que los frenos funcionan y que no estás en un lugar de tráfico muy denso. Las motos allí son un 90% Honda, el resto son Yamaha, Vespa y algunas locales e inventos raros. Los scooters son muy baratos, tanto como caras son las motos más grandes y las importaciones (grabadas con unos impuestos abusivos).
Deja una respuesta