Curso Jarama con JMR
Último curso/tanda del año, lo organizaba LMR Power, así que genial, hacía tiempo que tenía ganas de echarme otro cursillo a la cara después del de Moto ZK. Aquél fue en primavera/verano, este en otoño/invierno tirando a condiciones de total invierno.
Allí hubo rodadas con monitor, instrucciones con pizarra con el trazado del circuito en el que te enseñaban qué marcha llevar en cada curva y nociones básicas del curveo circuitil. Hubo fotos, comida, vídeo y un posterior visionado de todos los vídeos con tu monitor sentado al lado comentándote la jugada. Al final dos o tres tandas libres dentro de la torpeza o habilidad de cada uno. Los grupos eran numerosos, eso sí, cerca de diez personas por monitor.
El día empezó frío, muy frío y con amenaza de lluvia.
Repostaje en la gasolinera más cercana, más gas de repuesto en una botella de Aquarius (Ole) y al circuito. Allí medición de ruídos (5.000 rpm me apuntaron), presión de neumáticos (“eres el único que lleva las ruedas como se debe”) y aparcamos en el box. Desmonto los retrovisores, un cafelillo y a esperar instrucciones.
Ya nos avisaron, parece ser que anoche hizo mucho frío por aquí y llovió. La pista está en muy malas condiciones. Hoy no es día de tocar rodilla, calma, muchachos.
Kawasaki ZXR 1100 con matrícula francesa de un old school. Me encanta.
Ojo a la pegatina de la ITV en el soporte de horquilla y al basculante de doble viga.
Llegó el momento de clasificar a los paquetes con los monitores de turno, creo que eran cinco o seis; así que allí estábamos todos, las caras iban desde frío, a impaciencia pasando por miedo los más novatos.
Una chica de la organización nos distribuía. Al final y por evitar estar con una dos y medio que creo que me hubiera quedado algo corta, me pusieron Cani;
– Cani va muy rápido, ¿eh?
– No jodas.
E intentó buscarme a alguien más lento, pero al ya haberse dispersado todos para probar la pista, yo mismo le insistí en que estaba bien, Cani mola, vamos a por él.
Éramos Sergio y yo los que iríamos tras Cani (puede verse en la primera y tercera foto). Sergio había traído a su mujer e hijos, un tipo encantador que no pudo tratarme mejor. Encantador y rápido, muy rápido y muy técnico. Llevaba la GSR 600 de su mujer, la R 1200 GS la había dejado descansando y la Yamaha aprovechó sus cien caballos como no te lo imaginas.
Una ronda y paramos a un lado del pit-lane a escuchar las indicaciones de Cani. Nos dice que somos el grupo rápido (¿!). Es majete, detallista, insistente y escrupuloso. Me gusta, vengo a que me corrijan.
En la primera tanda, en la curva previa al super siete un chico con una Shiver tocó suelo. Afortunadamente creo que sólo fue arrastrón.
Pallá, pacá y a casa. Abrigarse en el box, otro café, charlas, fotos, vídeos, llamadas y al lío. Dicen que a partir de la hora de comer va a llover, así que aprovechar.
Previamente nos contaron que la curva trece se había helado (¡!) y le estaban echando sepiolita. Luego vi cómo Cani y Sergio pasaban por encima echando humo sobre la curva sepiolitosa, yo la esquivé y aún no sé qué sería más seguro, pisar una especie de polvos de talco o asfalto posiblemente helado.
Que pin, que pan, que pun y al box. Es la una y poco: abrigarse, un bocata, una cocacola y de nuevo al lío.
Y efectivamente, tras dos o tres vueltas de la tercera tanda se puso a llover y además a llover bien, con alegría.
Cani nos dijo que si queríamos seguíamos, pero que no nos lo recomendaba. Amonojoá, nos vamos.
Esperamos un rato pero se veía que aquello no iba a escampar. Prepararon una especie de desfile con todos los asistentes, visitas incluidas, que no les importara mojarse, con la ambulancia de cabecera dando una vuelta al circuito.
Mi desfile fue coger los bártulos, montar retrovisores, abrigarme bien y volver a casa mojándome a gusto y soñando con una duchita caliente.
La gente de JMR nos hizo llegar las fotos tres días después de la rodada y ya nos ha escrito prometiéndonos un descuento para la temporada 2014, así que nos volveremos a ver, pero espero que esta vez bajo el sol.
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