Harley Davidson: no es cierto. Salida nocturno-navideña.
Llevo mucho tiempo queriendo probar una Harley Davidson, la leyenda, la máquina por excelencia, pero también el jierro, el barco o el tedio, según quién.
Tenía muchas cosas que probar y comprobar, tenía en mente muchas de las cosas que se han dicho en este foro, otras que he leído a lo largo de los años y otras que me han contado antiguos poseedores de estas máquinas. Así que había muchas expectativas para la experiencia.
Como una de las cosas que creo ciertas es que la calidad mejora según vayas a gastarte más pasta en una HD (como en casi todo), me decidí a probar la HARLEY DAVIDSON FXDF DYNA FAT BOB, o sea esta:
La Nightster me gusta en fotos:
Pero la verdad es que en la realidad me decepcionó estrepitosamente. Me pareció una bici con motor muy cara (creo que anda por 10.800 mortadelos, la cosa). Ruedas de coña, muy fina y, en fin, no me gustó nada, lo siento, qué le voy a hacer. Aquí el par de jamelgas que había en la puerta:
Ambas comparten el mismo motor y sólo se diferencian por motivos estéticos. Elegí la Bob principalmente porque me gustan los manillares horizontales y muy abiertos.
Es fascinante ver la gente que pasa por un concesionario HD, desde simples curiosos, otros en busca de regalos originales, una pareja lésbica en la que uno de los componentes lucía cara de pena y de “¿qué hago yo aquí?”, un cincuentón barbudo y delgaducho que iba a probar una Fat Boy (monstruo realmente pesado y bonito), que al salir de la tienda con el casco quita multas prestado en la mano decía mirando con pavor “estoy acojonado” con la mujer delante, etc.En fin, yo sólo quería darme una vuelta, así que adelante.
Esta es la bicha en cuestión, negro mate, buena iluminación (a pesar de ser noche cerrada a las 18:30) y un sonido que, así de primeras, no era lo que me esperaba.
La apagué, la volví a arrancar e hice unos amagos de salir y parar. Primer problema: ¿dónde está el punto muerto, por Dios? He conducido ya un número suficiente de motos como para tener en el pie el tacto suficiente para encontrar el Neutral con cierta facilidad, pero ¡coño! No hay manera. Llamo al mecánico y le digo que no puedo meter el neutral. ¿Solución? Apaga el motor, mete en neutral y enciende el motor. Ah, de puta madre, lo único que en los semáforos voy a tardar un ratillo en salir. Buah, vale, venga, tengo fuerza suficiente para aguantar el embrague unos semáforos, ¿no somos rudos moteros?, pues venga.
Segunda cuestión, relacionada con lo mismo. Las marchas de las motos que he probado, naked, turismo y sport son muy sensibles. Un leve toque y cambio perfecto. ¿Qué pasa con Bob el gordo? Pues pasa que somos hombres ¿o qué? Hay que apretar con fuerza, si no no cambiamos de marcha. Más tarde me explicaron que se debe a la función de soporte, es decir, que cuando vamos en marcha y queremos reposar las piernas sobre freno y cambio de marchas, si fueran muy sensibles bajaríamos de marcha sin querer, por tanto han de ser bastante rígidas. Yo pensaba que uno se compraba unos apliques al efecto, pero bueno, esto también vale.
Basta de charla. ¡Salimos!
Sube mi chica a bordo, se acomoda y tiramos millas. Vamos a pasar la Pza. De Castilla y hacia la carretera de Burgos.Tras aguantar el embrague unos semáforos como un campeón y disfrutar de una postura para mí totalmente nueva, apretamos y pillamos carretera. Puntos a observar y comprobaciones:
– Sonido: Me habían dicho que un viaje largo con un trueno entre tus piernas era algo casi insoportable, que acababa pitándote el oído, muy incómodo y sólo útil para vacilar en ciudad. Falso. Al menos de serie, el sonido no era muy perceptible y desde luego nada molesto. Estaba ahí, pero era algo normal (me venía a la mente constantemente la imagen que tenéis algunos de firma de “Loud pipes save lifes” y bueno, no era muy low pero me encantó la postura de rey del mundo.
– Postura: Cojonuda, el asiento cómodo, los brazos a la altura de los hombros y bien abiertos (me imagino que en verano disfrutas el doble, yo pasé un frío de tres pares de cojones con las piernas en alto). Al principio, al salir de los semáforos me costaba encontrar los estribos, pero te acostumbras rápido. Luego la posición es muy cómoda y relajada.Mi novia se encontraba cómoda pero no más que en Valentina (mi actual). Estaba con la espalda recta pero no tenía donde agarrarse salvo a mí (he de decir que Valentina tiene un asa de esas que van al depósito). También le resultaba muy raro lo bajita que era. A Vale sube como a caballo, al gordo Bob como si fuera una banqueta.
Una cosa curiosa fue que, cuando intenté saludar a otras motos con las que me cruzaba había como una fuerza que me impedía levantar los deditos, una especie de radiación que venía de la moto…
– Potencia: Se me acababa un carril y tuve que apretarle la oreja para adelantar a dos latas. Respondió perfectamente, no sobrada, no sé cuántos caballos dan los casi 1.600 cc, pero mi Valentina tiene 110, sabía que no era lo mismo, pero ya digo que estuvo bien.
– Velocidad máxima: Iba a cien y parecía que iba a 150. Lo más que cogí fueron 120 y bien, bueno, ya sabemos lo que hay. Tampoco la puse a tope porque ni la conozco ni es mi rollo.
– Peso: Pesadas son todas las motos gordas. La Fat Boy era realmente criminal, la Nightster todo lo contrario, la Fat Bob era más o menos tan pesada como parece. Procura no inclinarla demasiado porque a lo mejor luego no puedes volver a subirla, pero es lo que me esperaba.No hablo de las grandes ligas de HD tipo Wasabi porque ni me la probé. No me puedo hacer una idea del peso, la verdad, ni lo intenté.
– En cuanto a la frenada, en carretera me pareció correcta. No buena, lo justo, ok, fale, consigo menos velocidad y punto. La poca ciudad que hice, buff, justa, justa.El típico hijoputa que se me cruzó casi en parado, bloqueo freno delantero y me derrapa (habían regado en Pza. Castilla, mala idea). Gracias a Dios lo hizo hacia delante, si hubiera sido de lado fácilmente nos hubiéramos ido al suelo porque es difícil controlar el bicho en parado.
Llegamos a la T1 del aeropuerto de Barajas. Sesión de fotos y nos vamos que ya es tarde.
Me jodía no tener cuenta revoluciones. “Se conduce de oído” me dijeron en el concesionario, sí, pero no ruge demasiado como para saber cuándo cambiar, al menos en el rato que la he llevado yo. Tampoco hubo problema, pero no creo que llegara ni a quinta.
La estética me gusta, pero son 17.000 mortadelos, ahí es nada. Me hicieron las mensualidades y todo.
Me gustó conducir la Harley. La peña miraba, la postura es cómoda y todo es maravilloso. Tanto que los 20 minutos que nos la prestaban se convirtieron en 50 porque me alejé demasiado, porque había tráfico, porque no encontraba la calle del taller…lo que quieras, pero cerraban a las siete y tuvieron que esperarme media hora. Hasta me telefonearon al móvil y todo.
Lo que no me gustó fue la charla con el prepúber del concesionario. Cosas como: “Hay una hermandad entre Harley Davidson como no hay en ningún otro sitio. Si se te avería la moto (tela), o te quedas sin gasolina, o lo que sea, la gente HD se para a ayudarte. Otras marcas, por ejemplo Honda… ¿tú qué moto tienes?“ :-O.
Vale tío, buena cagada. El chaval pretendía hacer corporativas todas las bondades que se atribuyen al mundo de las motos y por ahí no paso. Huy, qué bien se pasa en moto, pero sólo si es HD. Vale.
Trayendo mi moto del concesionario (CBR F) me quedé sin gasolina en la M-30 ¡y me paró un tío con una Vespa!, así que no me jodas con que sólo paran las HD. Y que si los Chapters, los HOGS, las excursiones, la gente guay, en fin.
Salió a relucir la frase esa de “a mí lo que me gusta es ir a ochenta y que me vean”, “oh, a mí me encanta” dijo el dependiente con sonrisa cuajada, la mirada perdida al horizonte y los ojos brillantes (no me lo invento, es rigurosamente cierto).Todos estos clichés y frases gastadas puede que camelen a otros, pero a mí me retumbaban y no me gustaban nada (siendo sutil). Me parecía que querían “venderme la moto” como llave para una vida mejor, ser como “ellos”.
La experiencia ha sido positiva, me ha gustado mucho, pero ahora la duda es ¿sentiré lo mismo probando una custom japo? Lo que me gustó: postura, sonido, comodidad, estética, ¿no me lo da una custom japo guapa por la mitad de precio y mayor tecnología? No lo sé, quizá la note descafeinada o con un tacto que no me guste o vete a saber, no lo tendré claro hasta que pruebe una ¿alguna sugerencia? ¿Se pueden probar así de fácil?
Espero no haber ofendido a nadie y que distingáis entre opinión y hechos.
Saludos.
PD.
Al bajar de la moto estaba muy contento. Al salir del concesionario estaba asqueado.
El comercial era agradable pero iba muy de “todos sois mis amigos, qué bonito es mi mundo”.
De todos modos no digo que sea mejor o peor, yo tengo que comparar con lo que conozco, obviamente. Y no escribo esto para insultar a nadie sino para dar fe de mi experiencia y conversar con el personal.
Estareis de acuerdo conmigo en que uno tiene que comparar con lo que conoce. Si vas a comprar un coche, si tienes un nuevo amigo, una nueva casa, curro, es inevitable la comparación. Otra cosa es qué le pides al elemento nuevo. Como ves no digo “vaya mierda, mi Vale corre mucho más y eso es lo que busco”.
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¿Cómo caló? En foro.
Sinceramente, siempre he pensado que antes me pillo una Norton, una Triumph o incluso una Ducati Sport 1000.Ya sé que no es el mismo rollo pero…